NADO SINCRONIZADO

El PRIAN está derrotado en las urnas. Ese grupo político que por años defendió las prácticas corruptas y depredadoras de las élites económicas ha perdido la oportunidad de volver a gobernar como lo que fue. Con la reforma judicial también falló su apuesta al lawfare o judicialización de la política por parte de la derecha  Le quedan, sin embargo, dos fuerzas nada despreciables: el dinero y los medios de comunicación. A través de una inversión económica muy fuerte el PRIAN y sus aliados han implementado una estrategia que está atrapando a gente poco informada: toman un hecho indignante o conmovedor y culpan a los integrantes de la Cuarta Transformación de que tal suceso haya ocurrido, argumentando que “antes no sucedían tales cosas”. Nada importa que se trate de evidentes mentiras, se confunde a las personas a través de la reiteración constante y simultánea de todos los medios pagados por ellos, además de llenar las redes sociales de las mismas afirmaciones generadas por cuentas falsas y robots.  El 5 de noviembre en la conferencia de prensa matutina fueron señaladas las ubicaciones, casi todas fuera del país, de las cuentas desde donde se replica la información falsa para que algunos simpatizantes la vuelvan a publicar. Consiguen con ello dar la apariencia de un movimiento social fuerte. No lo es.  Lamentablemente estas estrategias propagandísticas de las derechas sí funcionan frente a la falta de respuesta contundente de los gobiernos progresistas y de sus seguidores. Los resultados electorales en diversos países nos lo muestran. Urge implementar un método rápido y certero para frenar estas formas de propaganda política porque hay un sector de la sociedad que por sus condiciones de edad o de conocimientos es muy sensible a alinearse con estos falsos movimientos sociales. Queda en nosotros tomar la palabra.