Mucho ruido, pocas nueces; el caso Verástegui. (Primera parte)

Mucho ruido, pocas nueces; el caso Verástegui. (Primera parte)

Sección: Al Fondo a la Derecha

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Publicado el 28/07/2025 — Por Andrés Segovia
Hacer una relatoría de quién es Eduardo Verástegui, desde qué “Think tanks” de derechas surgió, o por qué él y no otro u otra, son cuestiones que ya se han descrito y continuarán describiéndose. Su relevancia la resumiré a un par de puntos que, a mi parecer, son los más ineludibles de su defensa. 1) Su presencia es fáctica; ya es un líder político con una red de apoyos en las cúpulas conservadoras, tanto de la trumpista MAGA (Make America Great Again) como del alt-right internacional, por ejemplo, la CPAC (Conferencia de Acción Política Conservadora). 2) Y las alternativas para construir una oposición a morena no parecen sumar fuerzas desde la política interior; seguramente desde esta obviedad las estructuras políticas y de capitales que se resisten a aceptar un proyecto soberanista ya se organizan para cobijarle. Como en la cena de bienvenida que organizó Verástegui para recibir al nuevo embajador de USA, Ronald Jhonson, en la que también estuvo Carlos Slim Jr. ¿POR QUÉ SIGNIFICA PARA VERÁSTEGUI UN CAMINO CUESTA ARRIBA? El argumento central que defiendo es que el obradorismo ya preparó las defensas del país para evitar que una figura como la del antes mencionado pueda prosperar. En esta primera parte me ocuparé de la parte económico-política. Capital, desarrollo y soberanía. No hace falta hacer una revisión de archivo exhaustiva para entender cuáles son las coincidencias ideológicas del trumpismo con las de este “proyecto de candidato”; el anti-comunismo y la paranoia de la conquista global por parte de China serán un fuerte hilo conductor. Claro, hasta un cierto punto, esta narrativa cala y funciona en la comunidad estadounidense llamada “White Anglo-Saxon Protestant”, pero no existe de ninguna manera una situación homologa entre México y Estados Unidos para que un candidato plantee un “¡Haz a México grande de nuevo!”. ¿Qué orgullo nacionalista piensa construir?, ¿la vieja receta del enemigo externo?, ¿demonizar al migrante, en un país de migrantes?, ¿plantear una narrativa del migrante mexicano como “buen migrante” y el Otro migrante (centroamericano, caribeño, latinoamericano) como “mal migrante”? ¿A qué estructuras de capital piensa movilizar?, ¿qué relato piensa vender para obtener financiamiento en el ambiente político doméstico? La transición desde la política neoliberal del PRI y del PAN hacia una política de Estado de Bienestar con perspectiva desarrollista ya estableció una serie de indicadores económicos y de alianzas estratégicas diversificadas entre el capital nacional y una serie de proyectos de carácter regional en el comercio internacional; centralmente el T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá), pero no solamente, también la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), y en tiempos recientes con más determinación dialogando con los BRICS. ¿En un escenario de incertidumbre geo-financiera donde el trumpismo no es la carta fuerte van a convencer al empresariado mexicano de apostarle todas sus cartas a un proyecto que se tambalea? Se puede aceptar que, en estos momentos, por su posición geoestratégica, México no tiene la puerta cerrada en ninguna de las zonas de comercio regional que están en competencia, si USA así lo quiere se puede entender con México, si la Unión Europea así lo quiere se puede entender con México, si Rusia, China, (los BRICS, vaya) se quieren entender con México es también plausible. La certidumbre no está del lado de esta “intención de candidato” y ese es un hecho que significa riesgo y dinero, algo que los capitalistas inteligentes saben cuidar. Para evidenciar este punto analicemos como Elon Musk se está distanciando de MAGA y construyendo infraestructura eléctrica y tecnológica para los BRICS.