Los apátridas

La invasión europea representó un violento choque entre las culturas originarias y la cultura de las fuerzas extranjeras. A partir de ese momento en algunos grupos y algunos individuos quedó la huella de la falta de identidad o, más aún, del desprecio a su propia identidad. Estos individuos reniegan de su entorno y de la gente del país al que pertenecen. En las relaciones sociales desconocen la solidaridad y creen que merecen estar por encima de los demás. En el siglo XIX fueron ellos quienes buscaron que un príncipe europeo gobernara el país porque aquí no había nadie capaz de hacerlo. En la revolución emigraron a otras geografías dispuestos a dejar atrás a sus familias y a su historia. Hoy están representados por esos mexicanos que, sin necesidad alguna de hacerlo, prefieren vivir en el extranjero, particularmente en Estados Unidos o en España, aunque sus negocios o su trabajo lo desarrollen en México. Es conocido ese estrato de la clase media nacional e incluso de personas de clase trabajadora que van a dar a luz a sus hijos en clínicas de Miami o de Los Ángeles, para que, según su criterio, éstos tengan “mayores oportunidades”. Lamentable y triste que sea tan persistente este fenómeno de desprecio hacia el propio origen y cultura, pero cuando además pretenden gobernar a esos compatriotas que desprecian se constituyen en un problema que es necesario erradicar. Ante los amagos imperialistas de Donald Trump estos apátridas se están agrupando y forman ya una fuerza política: Lili Téllez les ha dado voz, cuando públicamente en entrevista con Fox News pidió al presidente estadounidense que mande fuerzas armadas a “combatir el crimen en México”, los líderes del Acción Nacional y del PRI Ricardo Anaya y Alejandro Moreno rápidamente se manifestaron para respaldar tales declaraciones. Como ya lo dijo la presidenta Sheinbaum, pedir la intervención del ejército extranjero es un delito grave: traición a la patria. Es importante no pasarlo por alto. Esta gente tiene posiciones de poder y representa a ese grupo que subrepticiamente pretende entregar el país al gobierno imperialista de Trump. Es importante parar esta pretensión de otorgar la administración de nuestro país a la mano imperialista de Estados Unidos. Se debe aplicar la ley y cuando menos expulsar de México a estas personas. No debemos permitir que sigan infiltrando todos los partidos políticos para tener cargos de representación. Nuestra libertad e independencia están en riesgo.