Las fuerzas de la hegemonía en la 4T

Las fuerzas de la hegemonía en la 4T

Sección: El Gobierno de la 4T

Foto del autor Publicado el 01/04/2025 — Por Cesar Zavala

Aunque la gran mayoría de mexicanos coincidimos en que el papel de la 4T ha sido excelente frente a los ataques de Trump a México, así como frente a la derecha y el Poder Judicial, últimamente su desempeño se ha visto opacado por cinco grandes golpes, que en lugar de venir de la oposición más bien son consecuencia de la propia naturaleza estructural de la 4T. Me explico.

Hablo del polémico caso de Teuchitlán, por supuesto, pero también creo que se encuentran entrelazados el caso Cuauhtémoc Blanco, la reforma en contra del nepotismo, la intentona de la Ley Monsanto y, finalmente, la reforma a la Ley del ISSSTE. Son cinco escenarios en los cuales se logra ver de manera periférica cierto carácter de heterogeneidad del poder que ejerce Claudia en esta segunda edición de la 4T.

Por supuesto, cada caso cuenta con sus asegunes. Veamos el ejemplo de la protección del maíz nativo. Resulta que gracias a los activistas de Sin Maíz No Hay País y una investigación de Contralínea, se modificó la reforma para proteger al maíz por una descripción que abarcara no sólo a los “transgénicos” sino a todas aquellas tecnologías que produjeran “organismos genéticamente modificados”. Lo interesante aquí es que no fue sino hasta que se dieron estas intervenciones en la mañanera que Claudia dimensionó la gravedad del problema. ¿Y sus asesores? Se prenden las alertas.

La segunda cuestión con este mismo carácter de “falta de asesoramiento” en los equipos de Claudia tiene qué ver con la iniciativa de la reforma a la Ley del ISSSTE, en la cual, como sabemos, Claudia también tuvo que recular y suspender por completo hasta contar con una nueva propuesta consensuada con los trabajadores.

La razón: la CNTE ganó las discusiones con el Ejecutivo, se organizó, luchó en las calles, se brincó al sindicato oficial, organizó foros y ganó el apoyo de la clase “chaira” de las redes sociales, y principalmente de la gente de a pie. ¿Cuál fue el problema? Que la reforma buscaba obtener más impuestos, desproporcionadamente, de los trabajadores que ganaran arriba de 30 mil pesos mensuales, a lo que los maestros increparon que mejor se obligara a pagar a los deudores históricos como Salinas Pliego. Aquí otro gran ejemplo de otra iniciativa contraria al espíritu de la 4T y que tuvo que ser suspendida. De nuevo, ¿quién planeó esta iniciativa?

Los otros dos grandes temas que no dejan descansar a la crítica de la izquierda a la 4T tienen que ver específicamente con la independencia del Poder Legislativo respecto del Ejecutivo, y son, como se sospechará, la protección al Cuauh y el retraso de la entrada en vigor de la ley en contra del nepotismo hasta el 2030.

Las fuerzas de la hegemonía en la 4T

Ambas decisiones no parecen cuadrar con el criterio de Claudia y, de hecho, denotan un espíritu de desafío por parte de un poder autónomo sobre el otro. Al preguntarnos si era realmente necesario arropar a Blanco o cómo deja ver a los políticos actuales posponer una batalla tan importante como lo es el nepotismo y el fuero, la única respuesta que hace click es que no se siguió uno de los mandamientos no escritos del legendario AMLO: la política sólo tiene sentido para servir a los demás, nunca para servirse a sí mismo.

El caso de Teuchitlán habla también de un momento de independencia institucional, pero la falta de tacto con que Gertz Manero afrontó el caso viral del Rancho Izaguirre agigantó algo que no tenía por qué volverse tan problemático. El error consistió en cuestionar la veracidad de si existían o no hornos crematorios en ese predio, que se interpretó como una especie de justificación al Gobierno de Jalisco. Lo que dio lugar a una narrativa que rápidamente fue adoptada por las plumas acríticas pro gobierno y desató un debate entre quienes se afanaron en defender la narrativa del “montaje” frente a una derecha decadente y furibunda que se montó en la tragedia y ruinmente construyó la narrativa del “exterminio”. Dos relatos opuestos, pero con algo común; un espíritu simplificador para abordar tan delicados sucesos. Lo cierto es que, conforme pasa el tiempo, ambas narrativas van cediendo terreno a una verdad más profunda. Los campos de entrenamiento son una muestra del nivel de industrialización y, en términos de Max Weber, de burocratización al que ha llegado el narco. Una industria que infiltra desde policías municipales hasta gobernadores (como se sospecha del finado Aristóteles Sandoval), y que, por supuesto, son resabios del salvaje período neoliberal.

Cinco problemas que, desde mi apreciación, son el resultado de una hibridación histórica entre las fuerzas revolucionarias que dieron origen al movimiento, y las fuerzas burocráticas que le dieron forma al partido. Una lucha entre el espíritu reformador y rebelde de las bases sociales críticas, por un lado y, por el otro, el espíritu conciliador y constructor de acuerdos que caracteriza a los políticos de profesión. Ambas fuerzas, rememoro, habitaban equilibradamente en la gestión de Andrés Manuel, pero en esta segunda versión de la 4T no están tan bien afinadas (hasta ahora). Así, considero que tanto en la Secretaría de Ciencia y Tecnología (que validó la Ley Monsanto), como en el Legislativo, y en la FGR lo que dominó fue el espíritu de conciliación entre intereses, cediendo espacios a los agroindustriales, a la defensa del Cuauh, al retraso de la ley antinepotismo y a la presunción de inocencia de Lemus en Jalisco.

Todo esto denota el esfuerzo por mantener conciliados ciertos acuerdos y estructuras de poder que fueron necesarios para generar la hegemonía política actual, pero que ahora parecen no tener otro fin claro que no sea la aniquilación de los fundamentos de izquierda en la 4T y el triunfo de un nuevo tipo de conservadurismo. ¿Se vale hacer todo por conservar el poder tal y como lo tenemos ahora?, ¿O estaría mejor perder a unos cuantos elementos como lo hizo Andrés Manuel a mitad de su sexenio cuando, por ejemplo, despachó al ominoso Julio Scherer Junior?

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