Guadalajara y sus piratas: una década naranja

Guadalajara y sus piratas: una década naranja

Sección: Jalisco se Cuece Aparte

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Publicado el 29/09/2025 — Por Marco Gutiérrez @marcomx4t
Desde hace 10 años Guadalajara ha sido mal gobernada por una élite de constructores y políticos. Esta amalgama de corte neoliberal se conforma por una alianza perversa entre el llamado cártel inmobiliario y el partido Movimiento Ciudadano; su principal característica es que entienden a la ciudad sólo como un negocio, no como un espacio común en el que vivimos más de un millón de personas. Estos piratas que llegaron con la bandera de la confianza y la refundación, han convertido a Guadalajara en su botín. No arribaron a nuestra ciudad para gobernarla sino a saquearla. —Insisto, todo lo ven como un negocio— y sólo se aparecen en donde ven más rentabilidad. Desde que llegaron en su barco naranja, observaron una ciudad partida en dos por una frontera histórica que divide al poniente del oriente, pero en lugar de intentar borrarla combatiendo la desigualdad, optaron por remarcarla. Decidieron que su negocio estaba en entregar contratos millonarios a sus aliados en el poniente: tapizarlo con torres de departamentos, gentrificar zonas con potencial para "embellecer", privatizar parques, traer espectáculos carísimos, etcétera. No les importa para nada que el oriente permanezca en abandono: baches, socavones, inundaciones, calles oscuras, basura sin recoger, servicios colapsados. Por concentrarse en sus negocios han profundizado una Guadalajara desigual y rota. Uno de los negocios más jugosos para esta élite de saqueadores ha sido el inmobiliario. Para ellos la tierra sobre la que vivimos y caminamos es tan solo una simple mercancía, y la vivienda un privilegio cada vez más inaccesible para la mayoría. Las torres que se la pasan construyendo están destinadas a la especulación, no atender la problemática de la vivienda de las y los tapatíos. Los barrios populares siguen siendo desplazados, los espacios públicos entregados al lucro privado y la ciudad moldeada según la lógica de la rentabilidad. Por si fuera poco: el llamado cártel inmobiliario terminó siendo el timón de este barco naranja, ellos son los verdaderos jefes del MC, no el pueblo de Guadalajara. ¿Alguna vez se han puesto a pensar cómo administran nuestro presupuesto público estos piratas? Les pinto una escena fácil de discernir: Se sientan en una mesa con sus jefes empresarios y constructores a analizar el pastel, entonces, lo primero que hacen es repartirse la rebanada de los contratos que les entregarán —para pagar las deudas a quienes financiaron sus campañas pues—; enseguida separan la rebanada de la nómina, para meter a trabajar a todos los que les ayudaron en campaña (también a sus familiares, amigos y amantes, desde luego); una rebanada más que corresponde a lo que pueden robarse para las próximas campañas y para sus propios bolsillos; finalmente llega el último pedazo, la rebanada con la que van a gobernar: un poquito de lo que sobró para baches de chapopote, otro poquito para poner algunas luces, unas cuantas migajas para “competirle” a la 4T con programas sociales… Y así ha sido esta larga década naranja, nuestra ciudad está cada vez más rota y desigual, gobernada por saqueadores que no tienen la capacidad ni el deseo de administrar con eficacia ni con justicia, unos piratas incapaces de poner a Guadalajara por encima de sus negocios.