CURP biométrica: ¿Estado espía o tecnología necesaria?

CURP biométrica: ¿Estado espía o tecnología necesaria?

Sección: El Gobierno de la 4T

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Publicado el 08/07/2025 — Por Marco Gutiérrez @marcomx4t
México por fin decidió abrazar la era digital, apostando por transitar hacia una CURP biométrica, pero abrir esta puerta ha desatado un debate enérgico, que va desde el temor por la vigilancia extrema y el espionaje gubernamental en tiempo real, hasta la esperanza de combatir el robo de identidad y facilitar la búsqueda de personas desaparecidas. La madrugada del 1 de julio, el Congreso aprobó un paquete de reformas entre las cuales se establece la creación de una plataforma única para la identificación de personas. ¿Y eso con qué se come? Pues, durante muchos años la única forma de que el gobierno pudiera identificarnos como individuos, sea para realizarnos trámites; para interconectarnos entre bases de datos de distintas instituciones, como el Seguro Social, Hacienda, el Registro Civil, o el INE; para evitar duplicidades, etc., era mediante una clave de 18 dígitos: la CURP. Pero con la nueva ley, nuestro código de identificación pasará de ser una simple clave compuesta de números y letras, a incluir un conjunto de datos de otra naturaleza: huellas dactilares, lectura del iris, reconocimiento facial y hasta firma digital. La oposición no dudó en aprovechar esta coyuntura para arengar sobre un supuesto superpoder que se le otorgaría al gobierno mexicano, con el cual, según dicen, todos seremos espiados al estilo “Big Brother”. Dice Anaya, por ejemplo, que el gobierno mexicano ahora podrá “teclear tu CURP y con eso tener acceso a tu foto, tus huellas digitales, todas tus compras de Amazon, en qué hotel estás hospedado, tu geolocalización en tiempo real, a qué hora sales de tu casa, a dónde vas, a qué hora sales del trabajo, con quién te reúnes, tus placas, tus datos telefónicos, datos de tus propiedades, registros de tus armas, y en general, que la 4T será un gobierno espía que podrá estar vigilando a todos los ciudadanos las 24 horas del día. Pero bueno, seguramente para Anaya cualquier innovación tecnológica que no haya salido de Harvard es “insulting and unacceptable”. No importa que la biometría sea usada en decenas de países democráticos, o que él mismo use el desbloqueo con huella digital en su celular todos los días; si lo propone la 4T, entonces en automático es para una dictadura espía. Por su parte, la presidenta le ha contestado en la mañanera que la CURP biométrica es una herramienta que busca homologar los registros civiles, evitar suplantaciones de identidad, acelerar trámites y, sobre todo, fortalecer la búsqueda de personas desaparecidas mediante el uso de bases de datos unificadas. En lugar de tener información fragmentada entre el INE, el SAT, el IMSS, la FGR y el Registro Civil, se trata de consolidar una sola plataforma —protegida legalmente— que permita cruzar datos y agilizar respuestas. El corazón de la propuesta está en dos leyes: la Ley General de Población (reformada para incorporar el uso de datos biométricos) y la Ley General en Materia de Desaparición de Personas, que ahora obliga a las fiscalías a consultar esta nueva base al momento de recibir un reporte de desaparición. Estoy seguro de que cualquier persona ha visto películas o series sobre el gobierno estadounidense encontrando a criminales a través de datos biométricos, y preguntándose: ¿por qué en México seremos tan anticuados al carecer de esa tecnología? Pues bien, la puerta por fin se abrió. ¿Saben qué es lo realmente cuestionable? Cómo se utilizará este poder cuando la derecha regrese… Pero esa, es historia de un próximo artículo.